Las Presidenciales al rojo Vivo

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Las presidenciales están calentando motores. Las dos grandes alianzas políticas que rigen nuestro destino institucional están sorprendentemente belicosas en sus aparatos internos.

Por un lado, Renovación Nacional amenaza con llevar un candidato propio dada la estrepitosa caída de Lavín en las encuestas, lo que implicaría, según palabras de Alberto Espina, una competencia total y despiadada con la UDI por los cupos parlamentarios. Mientras, en la Concertación, Lagos hace que la afabale Soledad Alvear se engrife producto de una entrevista dada por el Presidente a TVN, en donde da a entender que apoya a la Michelle en esta lide del poder. Se pone entretenida la cosa...

La Alianza por Chile, bastión de la derecha tanto conservadora como liberal, está trizada en dos, y esto tiene varias causas. La primera, es que la UDI está metida hasta las patas con todo lo que es violaciones a los derechos humanos, ya que muchos de sus "notables" fueron miembros civiles del gobierno militar. Por otra parte, los enjuagues financieros del "Tata permanente" mancha con el marrón de la deshonrra a todos quienes fueron próximos a él, en este caso, la derecha más dura. La segunda, es que Renovación Nacional está aburrida de sucesivas humillaciones políticas, bajadas de candidatos y pantalones. Tercero, las encuestas han sido, digámoslo, demoledoras en cuanto a Lavín, el que parece caer a un pozo sin fin. Obviamente, Renovación Nacional tomará el hacha con su mano más diestra e intentará infringir el mayor daño posible a la UDI para tener mejores opciones en las parlamentarias. Cuarto, una Alianza desgastada por infinitos roces políticos, incluyendo cabezas rodantes en unas cuantas oportunidades, genera el clima necesario para la ruptura, cuya determinante está justamente, a unos cuantos pasos a la izquierda dentro del espectro político.

Parece que la Concertación ahora ya no está tan "concertada". El problema con la píldora del día después la veo más como una estrategia del "progresismo" del PS-PPD para entablar debates públicos sobre temas sensibles, a costa del Ministro de Salud (DC); debates, que en todo caso, favorecen notoriamente al ala progresista por cuanto todos estamos medianamente de acuerdo en que la píldora es algo que necesariamente debe distribuirse libre e informadamente. Cosas como estas están caldeando los ánimos políticos, y las muestras más sensibles radican en los problemas que ha tenido el conglomerado oficialista para ponerse de acuerdo sobre el mecanismo la elección del candidato único, y los ahora inoportunos dichos del Presidente sobre su candidata preferida, que todos saben que es Michelle Bachelette. Cabros, la mesa está puesta y los platos servidos, solo falta sentarse a comer...

Si tenemos que Renovación Nacional está únicamente con la UDI por un interés electoral, que además no le favorece en lo más mínimo, y por otra parte, tenemos una concertación con dos candidatas fuertes, podemos pensar que es cosa de un estorundo para que ambas alianzas se quiebren y volvamos a los famosos y nunca bien ponderados tres tercios. La UDI, debiera quedar sola y guacha, cumpliendo su sueño desde hace ya un poar de años. La DC y RN debieran tender a esuchar las fuerzas centrípetas que genera todo sistema binominal, y generar un pacto electoral potente, sólido, que beneficiaría ambos respecto a su actual situación (parientes pobres sin posibilidades presidenciales reales dentro de sus respectivas alianzas), mientras que en el bloque PR-PS-PPD estarían felices de no lidiar con los conservadurismos de la DC para avanzar en materias valóricas más acordes con los tiempos, scando cuentas alegres respecto al debacle ético de la Iglesia Católica (léase pedofilia y otros) y de el cada vez más reconocido rol de la derecha durante el gobierno militar.

¿Y todo esto cuando pasará?. Después que la DC y RN tengan todas las certezas luego de las presidenciales, y después que alguno de los dos se decida a salirse de su respectiva alianza.

Ah, y una buena noticia para el Partido Comunista: les doy firmado que nuestros representantes en el Congreso cambiarán el próximo año nuestro sistema binominal a un sistema proporcional, a fin de acomodar nuestro sistema electoral a los nuevos tiempos, ya que un sistema binominal no sirve con tres conglomerados.

Las peripecias matutinas... a trabajar melda!!!

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Pobres Condiciones...

La capacidad de aguante del ser humano es increíble. Cada mañana el camino al trabajo se vuelve una dura prueba de tenacidad y fortaleza física, mental y espiritual, como el París Dakar o el Ironman de Hawai. Las micros, el frío, el metro, las caminatas, los carteristas, y prepotentes (infaltables), van configurando un espectáculo dantesco que está asegurado, al menos, por 5 días a la semana.

Lo primero de cada día, es lograr que alguna micro haga caso a mi señal de parar. Pero siempre me acompañan en la esquina una cantidad no menor de escolares, los cuales repelen eficientemente a todo chofer que se precie de tal. Si un día quieres esperar micro por horas, sólo párate junto a un par de escolares. O si quieres asegurarte que no paren, definitivamente, vístete como uno. Y te darás cuenta que los choferes sienten una aversión espantosa contra esos pequeños sujetos-hordas, que además están en función rotativa todo el día y de luna a luna (desde las 6 de la mañana a las 8 de la noche).

Como a los escolares no les paran, estoy obligado cada mañana a caminar por cuadras y cuadras, huyendo (literalmente) de los mozalbetes a fin de poder tomar micro. Una vez que paran, hay que subirse, ojalá sin matar a nadie en el intento. Recuerdo que una vez me subí a una micro que tenía tan sólo un peldañito de la escalera de subida como espacio habilitado de viaje, con 300 pesos en la mano para pagar mi derecho a vaje, y mi maletín de trabajo. La peripecia casi me costó la vida, ya que mis manos ocupadas casi no logran evitar las consecuencias de un giro brusco, y salir volando del bus urbano. Nunca más me subí ni, con plata en la mano, ni con maletín. Con suerte uso reloj. Una vez arriba, las patadas, puntapiés y hasta manoseos son pan de cada día. Los escolares conversan animadamente sobre los minos y minas, la teleserie de ayer, música o cualquier otra cosa menos importante.

Si subirse a una micro es una proeza, bajarse es otra tarea titánica. Si tuviste la mala suerte de quedar en mitad de la micro, producto de las constantes arengas de un chofer que todavía no cacho por cual espejo, es capaz de ver que atrás sí está desocupado (cuando en realidad está igual de lleno que toda la mcicro), inevitable es que tengas la duda de si bajar por atrás es más rápido que por adelante, o viceversa. Si te bajas por delante, lo más probable es que te barran a puteadas porque la bajada es por atrás (solo cuando la micro está llena, al parecer). Si te vas para atrás, la cantidad de escolares antipáticos, burlones y suicidas que se ubican por esos lados te hace muchas veces preferir las chuchadas de un chofer antes que las de un montón de pendejos.

Aún no entiendo como hay gente que a pesar de verse día a día en estas lides, sigue transportando unos bolsos descomunales, o los escolares no son capaces de llevar la mochila en las manos, al nivel de las rodillas. Todo sería tan cómodo... observación aparte, prefiero las micros llenas de la mañana, porque al menos van todos perfumaditos...

Bueno, una vez abajo, todo santiaguino que se piense moderno debe tomar una segunda locomoción para llegar por fin al trabajo. Ahí es cuando entra en acción el Metro. El sistema más rápido, confortable. El único transporte no contaminante sobre Santiago... y el único que es capaz de humillarte cada día. Pobre de ti si estás pujando para poder entrar (esto es típico en Baquedano, Los Héros, Estación Central, Las Rejas, y otras estaciones) y una puerta no puede cerrar porque te quedaste ahí, en el medio, y debes pensar rápido si bajas y cedes ante las presiones, o te subes metiéndote por la raja el hecho que no quede espacio para una pulga dentro del vagón. A veces, optas por bajarte y dar un paso hacia atrás, ante la mirada de todos dentro del vagón, los que esbozan una sonrisa porque ellos sí pudieron subirse. También puede ocurrir que estás dentro, sabes que estás adentro, pero comienzan a cerrar las puertas, y un guardia te empuja con su espalda como si fueramos ropa vieja dentro de un clóset aún más viejo, mientras piensas en cosas tan transcendentes sobre la naturaleza de la humanidad o bien, mandarle saludos a la madre de todos y cada uno de los integrantes de ese vagón.

Para bajarte del metro opera simplemente la filosofía del pushing, porque siempre hay gente que no baja y que sabe como ubicarse justo en la puerta. Es ahí cuando ante la desesperación y la incertidumbre, comienzas a pedir permiso o a preguntar, "¿baja?... ¿baja?". He visto a personas saltar como corchos desde dentro del vagón y después intentar entrar nuevamente, claro, humillados por la increíble potencia de un montón de trabajadores ávidos de llegar temprano a sus labores; también he visto desmayos, caídas, cartereos, coqueteos, encuentros de amigos de años, ancianos empujando, y uno que otro voyerista ubicado estratégicamente junto a las escaleras en espera de alguna incauta que vaya subiendo.

Tal vez lo único agradable del Metro, es la sensacion de vértigo cuando el tren pasa y tu estás muy cerca del borde, pasada la línea amarilla.

Santiago está loco... sus habitantes viajan horas en micro o metro para llegar a sus lugares de estudios o trabajo. Diariamente, el santiaguino pierde 2 horas y cuarto viajando en pésimas condiciones, tiempo que no produce, no potencia su lado afectivo junto a su familia ni nada. Porque estamos de acuerdo que en estas condiciones, el viajar dentro de esta ciudad, por 10 horas a la semana, es tiempo perdido. Estamos 45 horas semanales en nuestro lugar de trabajo, 10 horas semanales trasladandonos, y una que otra hora extra, un total de 60 horas semanales dedicadas al trabajo, sin contar el stress y el insomnio que nos provocan las preocupaciones laborales. La semana de lunes a viernes tiene 120 horas. 60 horas dedicadas al trabajo; 40 horas dedicadas a dormir, y la diferencia de 20 horas, para nuestros hobbies y familia. Porque el fin de semana, se sigue trabajando, pero en cosas de la casa...

Una mirada al Chile de Hoy

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Hoy, mientras venía a mi trabajo, me dediqué a observar el comportamiento de estos seres que habitan en edificios y son capaces de viajar en el más absoluto hacinamiento. Y en verdad, no me agradó mucho lo que ví. La angustia del día lunes, acompañada de una buena dosis de apuro, generaban en espectáculo triste, tan frío como un cementerio polar. ¿Donde está la tibieza, la pureza del ser?... estas preguntas, para mi fundamentales, me impulsaron a llevar un blog que tenga pinta de crónica urbana, con una alta dosis de crítica social. Y quien sabe si sale alguna fábula de todo esto.

Quien esté dispuesto a ver la realidad como si fuera una película de ficción, se dará cuenta de algunas cosas que a veces escapan al ojo de la cultura, que todo lo presencia como un cómplice, para dejar pasar lo más fiero de cada uno, lo más inquieto. A eso quiero llegar con este blog.


Abrazos,
David